miércoles, 3 de marzo de 2010

PARE, LEA Y SIGA

Por BIA

Se oye en muchos lados que las cosas no andan bien, que si la crisis, que no hay empleos, que los asaltos, los impuestos, el aumento al camión y tantos otros problemas que sin duda se le vienen a la mente a leer esta lista.
Pero espéreme tantito, si recordamos un poco de la sabiduría de los refranes hay uno que dice “El pueblo tiene el Gobierno que se merece” o “El valiente vive hasta que el cobarde quiere”… sin embargo, cómo reclamar que la gente no levante la voz y no se queje ante evidentes maltratos y tomadas de pelo por parte de los servidores públicos, si nunca hemos recibido una educación que fomente el debate y la participación ciudadana, la cual no sé da sólo en la escuela, sino en la familia.
¿Qué hacer cuando es en nuestras casas donde comienza la opresión? Ya desde ahí se enseña que el poder es arbitrario y para muestra un botón: El Tren Ligero es un manantial de ejemplos, un par de señoras se quejan de lo desobedientes que se han vuelto sus hijos y de la preocupación que sienten por que al crecer se debilita su poder sobre ellos, así que si usted a oído frases como “¡Y que me levanto y le doy un cachetadón!, porque aunque esté bigotón tiene que aprender a respetarme”, sabe que no está solo, hay miles de personas que han recibido un bofetón o que han bofeteado a alguien por el temor de perder la autonomía o el poder, dependiendo el lado en que esté.
Esta reacción de la mamá o de otros que dan mandatos como “¡Cállate, tú no opines!”, nos han hecho una sociedad agachona y apática que sólo se queja de sus males pero no hace nada para remediarlos. Otra vez yendo al tren, yo creo que muchos de ustedes han leído las encuestas de la empresa Berumen sobre lo que opina la gente del Macrobús, pues también habrán escuchado que muchos dicen que las respuestas son una mentira, pero nadie va a manifestarse y siguen usando el pésimo servicio a regañadientes; eso sí, el único escape que ha habido es que algunos más intrépidos han osado rayar esas encuestas con frases como “mentirosos” o “No es cierto”.
Dicen que “el buen juez por su casa empieza”, así que si somos una sociedad que nada más reniega pero no sabe cómo hablar de sus necesidades y defender sus derechos y autonomía es porque nos comportamos así en casa. Sería bueno en vez de alzar la mano, aprender a preguntar y a escuchar, así los beneficios serían para todos y no sólo para los que aprenden a someter, porque los tapatíos aprendimos muy bien “que calladitos nos vemos más bonitos” y somos “bien bonitos”.
biaeuni@hotmail.com

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