Los asuntos de dinero se arreglan con más fe
por Lourdes Vega
¡Hola mis queridos lectores! Hoy voy a explicarles un requisito muy importante e indispensable al cual le llamamos tener fe, si no mucha aunque sea una poquita sí es muy necesaria. Cuando mis clientes me piden alguna consulta ya sea de lecturas de cartas o interpretación de ángeles siempre les aconsejo que ante todo tengan un poco de fe. Igualmente cuando les transmito la maravillosa y reparadora energía universal de Dios a través de reiki hay que tener fe. Quiero comentarles lo que me pasó con una cliente a la cual le hice mucho hincapié de su fe en Dios porque en la lectura de cartas la visualizaba muy lejana de Él.
Le insistí que a todo lo que ella realizara durante todo el día se lo dedicara a Él. Tanto sus labores en casa como —y principalmente— en el trabajo se las dedicara a Dios Nuestro Señor puesto que no le rendía el dinero, parecía que le “picaba” en su monedero, todavía no lo tenía y ya se lo había gastado, se sentía impulsada a gastar rápido lo poco que le ingresaba, estaba desesperadísima, esto originó que sus relaciones en casa estuvieran muy desajustadas tanto con los hijos como con el marido y no nomás eso, sino también con sus compañeros de trabajo y hasta con los vecinos.
Entonces le aconsejé que se dirigiera a Dios diciéndole: “Señor, hoy, este día, te dedico a ti mi cansancio, mis alegrías y mis tristezas, todo es tuyo Señor”, por desesperada que estuviera y poca fe que sintiera que así orara.
Mis queridos lectores no es lo mismo orar que rezar. Orar es hablar con Dios, hablarle a Dios y creerle a Dios. Rezar es repetir una serie de oraciones hasta que éstas nos convenzan que estamos orando, que estamos charlando con Dios y que nos escucha.
Me sentí muy confortada cuando días después me informó que su situación tanto en la casa como en el trabajo cambió muchísimo, ya le rendía su dinero y se sentía mucho mejor con su familia y ya no había tantos sinsabores. Yo les aconsejo a todos que lo hagan y vivirán cosas maravillosas en su vida, tengan un poco de fe pues Dios siempre está con nosotros. De hecho, si uno de mis queridos lectores se siente muy pecador e indigno de recibir un favor de Dios, tengo a bien decirle que es cuando Dios más nos escucha, cuando más nos manda al Espíritu Santo a acercarse a nosotros para escuchar mejor nuestra petición. Seamos honestos y maduros, Dios puede tardar hasta siete años en cumplir un deseo. Igualmente, Dios puede tardar hasta siete años en mandar un castigo, así que tengamos cuidado con lo que hacemos, decimos, pensamos y actuamos.
Para todas aquellas personas que se encuentran deprimidas, decepcionadas, sin motivación, con tristeza, pongan a trabajar esa fe que Dios para algo nos la dio.
Consultandoalosdioses@hotmail.com
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