Los Gusanos
Por Josefina Iglesias
Juro que así pasó. De veras, así pasó. Era un lunes cuando me dispuse a hacer la limpieza de mi casa. Empezaba a barrer cuando de repente en la sala encontré dos gusanos blancos, me sorprendí pero seguí barriendo, sin embargo a medida que avanzaba encontraba más gusanos. Había un trapito de uno de mis hijos tirado en el piso, al moverlo debajo había más gusanos, luego vi que una muñeca de mi hija estaba llena de gusanos, sentía que me llenaba de desesperación porque yo les ¡tengo fobia a los gusanos! Seguía barriendo y encontraba más debajo de los muebles de la sala, entonces busqué si había algo echado a perder, hurgué en la cocina y no había nada, tampoco había algo que oliera mal. Decidí salir al patio a buscar algún animal muerto pero no encontré nada; revisé en la azotea porque también caían gusanos por afuera del bajante en la pared pero tampoco había nada, fue tal mi desesperación que le llamé a mi mamá. La situación empeoró cuando vi que los gusanos empezaban a subir por las paredes hacia la planta alta donde estaba dormida mi hija, en ese momento me llené de coraje contra los gusanos y dije ¡Ah no, a mi hija no! y los bajaba con la escoba. Cuando mi mamá llegó traía un insecticida y les rociamos pero ¡no se morían!, opté por barrerlos y los recogí, les eché alcohol y los prendí con un cerillo pero tampoco se morían, era tanta mi desesperación de ver que no se morían de ninguna manera. Al final lo que hice fue pisarlos pero ¡estaban muy duros! ¡Eso era una verdadera pesadilla! En ese tiempo yo iba a que me hicieran unas limpias y me habían dicho que encendiera una veladora en un plato y llevara la parafina para leerla. Al otro día que fui la llevé y me dijeron que no había ningún trabajo, que los gusanos habían salido de debajo de la casa y que en la veladora sólo se veía desesperación y lágrimas, lo que hice llegando a mi casa fue echar litros de cloro al drenaje. Al poco tiempo nos cambiamos de casa. Con el paso de los años me enteré que le habían hecho un trabajo de vudú a la casa y que es cíclico, y me tocó estar en el momento equivocado a la hora equivocada y que como es un trabajo oculto no sale ni en las veladoras ni en ningún lado para que nadie lo pueda quitar, se los juro que así me lo explicaron.
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