Por fin y tras una larga espera la comunidad gay podrá celebrar uniones matrimoniales por lo civil, no se vuelen que sólo es en el D.F., los mal llamados “jotitos” tienen desde la semana esa oportunidad e incluso al no haberse modificado la ley en su totalidad, estos grupos ya pueden adoptar, que es ahí donde se han centrado las discusiones, por parte de la sociedad y la Iglesia, unos a favor, otros en contra, y otros rasgándose las vestiduras quienes nombran esto como una aberración al considerar que el tener en adopción a un pequeño este corre el riesgo de “convertirse” en uno más de ellos, la polémica es y será grande, puesto que en las familias tradicionalmente heterosexuales han surgido personas con tendencias gays, lo que indica que no necesariamente sea la contra parte la única opción para que haya este tipo de predisposiciones, no apoyo ni defiendo una u otra corriente, pero en estos días, fuimos testigos de una noticia vieja que tomó nuevos bríos en el seno de la Iglesia católica, nota muy comentada y al igual que muchos el hecho de que haya meras suposiciones en las que se inmiscuya la pederastia y violación a sus propios hijos, por parte del fundador de los legionarios de Cristo, el tristemente célebre padre Marcial Maciel, hace pensar a ciertos grupos sociales que calladitos se ven más bonitos.
Como lo que sucedió con Enrique Alfaro Ramírez, flamante presidente municipal de “Tlajomucho”, que luego de declarar en contra de Raúl Padilla y que se contestaran con adjetivos calificativos de perros, dueños y actitudes demenciales, el alcalde retiró sus acusaciones, aclarando que no volverá a tocar el tema. “Si dije algo indebido en ningún momento a la opinión pública y a los medios, les expreso una disculpa, yo sé que me he conducido con argumentos y nunca con descalificaciones, con ofensas, si en algún momento lo hice ofrezco también una disculpa, no será esa mi posición, ni creo que eso ayuda nada…” pero aseguró que las negociaciones van viento en popa, para la construcción de un centro universitario, cosa que se duda, pues el rector apunta el huarache para las tierras no menos polvorientas de Tonalá, por lo que entonces las sentidas disculpas se las llevará el viento, y las palabrerías pudieran regresar, justo cuando le reconocerán a Padilla López en el Congreso su labor al frente, al costado, debajo y por detrás de la UdeG. Por eso lo de calladitos se ven más bonitos, sólo que hay que tener cuidado con eso de lo bonitos, no los vayan a confundir y me los quieran mandar al DF a solucionar sus problemitas.
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