viernes, 7 de mayo de 2010

OJOS TAPATÍOS




Por: osvaldomonos

osvaldomonos@gmail.com

Ayer por la tarde tuve que salir de mi casa su casa. Subí al carro, tomé el volante y ahora sí sé que sintió Cuauhtémoc en las manos. Sí, en las manos, porque no uso las patas para manejar. ¡Ah, bárbaro calorón! Si a la sombra promediábamos más de 35º, dentro de un automóvil que estuvo por lo menos 4 horas estacionado en los rayos del sol supongo que llegó a los cuarenta y tantos. De inmediato se siente uno mal, agobiado, como con ganas de que las distancias a recorrer fueran en milésimas de segundo para no estar ahí, horneándote en tus jugos, pero no, las calles para variar están repletas de autos, con gente igual o peor de mal encarados que tú y con las mismas ganas por llegar. He ahí uno de los detalles de que cuando nos hace calor, los accidente viales aumentan. Nada menos ayer se suscitó uno de violentas consecuencias a las afueras de la catedral metropolitana, cuando supe de que un par de inconscientes se había liado a tubazos en el centro de la ciudad, de inmediato pensé que habían sido Aubry y Pepe Toño, saliendo de algunas micheladas pa’ el calor, pero poco después me enteré que la riña había sido entre dos ciudadanos y no entre diputados.

Entre diputados anda de nuevo TLAJOMAN, el héroe de Tlajomucho, pues fue a pedir un paro, como dicen los chavos, a su ex recinto de trabajo. En días pasados el ayuntamiento aprobó una iniciativa para solicitar al Congreso del Estado que eleve una solicitud a la Cámara de Diputados para que reforme la Ley de Aeropuertos, porque de plano le están dando “el avionazo”. Lo bueno de esto es que está buscando a toda costa recaudar para beneficio de los habitantes de su municipio, lo malo es que como dice mi abuela, “a buen santo se encomienda”, esta legislatura se ha dado a conocer por protagonismo y no por eficiencia. A ver si no se la aplican como a todos y terminan dándole atole con el dedo.

El que anda encomendándose a todos los santos y mártires del santuario del Cerro del Tesoro es nuestro gobernador Emilio González Márquez, y no para descifrar qué dicen los menús y lo que le comentan los chinos allá por Shangai en su “honolable gila”, si no porque, en días pasados, el volcán de Islandia de nueva cuenta echó cenizas y el tráfico aéreo se complica en aquellos lados por las escalas que han de realizar para el regreso, además de que en el sur del país asiático, se registró un tornado de gran intensidad que acabó con la vida de decenas de personas. Mucha gente está abogando para que cualquiera de estas dos causas naturales lo detengan por lo menos unos 3 años más por allá, y como dicen los que saben, seguir chupando tranquilos por acá.

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