jueves, 6 de mayo de 2010

Acudiendo a los Dioses





Las actitudes positivas nos regalan el cielo en vida

Por Lourdes vega

¡Hola mis queridos lectores! Muchísimas gracias por todos sus comentarios, eso me impulsa para seguir escribiéndoles más mensajes que Dios tiene para ustedes.
Hoy quiero hablarles de las actitudes que uno tiene en la vida. Una actitud significa el desenvolvimiento o comportamiento positivo o negativo de un individuo ante cada situación que le presenta la vida.
Les voy a contar un cuento que me agrada mucho por todo el significado que tiene y que expresa muy claramente lo que son las actitudes individuales y de grupo.
Cuenta la historia que un día San Pedro vio un hombre bueno y le dijo: “Sé que eres un hombre con buenas intenciones, te quiero dar un regalo”.
El hombre encantado aceptó y San Pedro lo llevó a un lugar donde había un salón precioso donde había al centro una mesa llena de los mejores manjares, exquisitos frutos, toda la comida estaba deliciosa. Alrededor de ella se encontraba mucha gente y cada una de ellos llevaba una cuchara grande y larga para poder tomar todo lo que ellos quisieran de esa mesa tan exquisita, pero la sorpresa del hombre fue mayúscula al ver a toda esa gente molesta y agrediéndose unos a otros con las largas cucharas, se percibía en aquel lugar mucha energía negativa generada por un espantoso bullicio en todo alrededor, lo peor era que nadie podía comer de lo que había en la mesa pues cuando querían tomar algo y llevárselo a la boca se les caía y no podían comer exasperándolos aún más a todos y entonces se atacaban más y había más violencia.
El hombre muy impresionado le preguntó a San Pedro qué era lo que ocurría, que en dónde estaban.
San Pedro le contestó: “Esto es el infierno, sufren al ver todo lo que pueden tomar o comer porque les es imposible con esas cucharas tan largas”. 
En seguida lo llevó a otro salón donde las condiciones eran las mismas: la mesa llena de los mejores frutos y comida y también llena de gente con las mismas cucharas largas, pero la actitud de esas personas era diferente: estaban muy felices, muy contentos, se sentía el lugar lleno de alegría, se respiraba armonía, era un lugar lleno de amor. Casi no hablaban pues estaban entretenidos saboreando sus manjares.
El hombre preguntó que en dónde estaban. San Pedro le contestó: “Estás en el cielo. Aquí se vive la paz”. ¿Por qué —dijo el hombre— si la situación es igual que la otra?, ¿qué es lo que hace la diferencia?
San Pedro le contestó: “Lo que hace la diferencia es que aquí todos tienen una actitud positiva, pueden tocar y comer todo lo que quieran porque los del norte alimentan a los del sur y los del sur alimentan a los del norte. Todos trabajan y cooperan para los demás. Con su larga cuchara alcanzan la boca del de enfrente y el de enfrente los alimenta de la misma manera y, así, todos pueden comer de todos los manjares que Dios les da. Eso es lo que hace la diferencia ¡cooperando sin egoísmos cada uno de ellos y en grupo producen su cielo!”
Mis queridos lectores, este corto relato nos aconseja que siempre llevemos una actitud positiva en la vida, dejemos de lado el egoísmo para que podamos disfrutar de todo lo que Dios nos da día con día. No lo olviden háganlo y verán todo un cambio positivo en su vida toda.

acudiendoalosdioses@hotmail.com

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